Guatemala, 30 de Diciembre de 2011
¡Callaron los fusiles, pero no la precarización, la marginación, la explotación y el hambre !
A quince años de la firma de los Acuerdos de Paz, en esta transición de la dictadura a la democracia, de la guerra a la paz; los guatemaltecos y guatemaltecas , esperábamos con mucho optimismo y esperanza , los resultados de aquel documento o pacto histórico , firmado entre la URNG y el Estado de Guatemala, el cual garantizaba la Paz firme y duradera; hoy evaluamos que después de tres gobiernos electos democráticamente en el país, tenemos mínimos avances en el Cumplimiento de los Acuerdos de Paz.
En 1,996 al año 2,000 en que se firman los Acuerdos de Paz, el gobierno de Álvaro Arzú, traiciona al pueblo de Guatemala , pues traía una agenda escondida bajo la mesa la cual , su contenido eran los Programas de Ajuste Estructural , la reducción del Estado , la privatización de los servicios públicos, la venta y la concesión de los activos del Estado, entregándole el poder a los mercaderes nacionales e internacionales atraves de la Reforma del Estado, y las reformas sectoriales , en las cuales se reformaron , la Ley del Ejecutivo, la Ley de Compras y Contrataciones, la Ley de Presupuesto y las Leyes financieras, con esta maniobra Álvaro Arzú , preparaba el camino para que el sector económico, nacional e internacional saqueara las riquezas nacionales , consolidando el modelo neoliberal, entregando los servicios públicos y los recursos naturales en manos del gobierno de los Estados Unidos y de los países Europeos y a la vez sepultaba la agenda de la paz, la cual en su contenido y forma pretendía, emprender el camino, para el desarrollo, la justicia, la democracia y la paz en el país.
Esta misma dinámica la desarrollaron los gobiernos que continuaron hasta el gobierno de Álvaro Colom; convirtiéndose en verdaderos cómplices de la traición y la burla en contra del pueblo de Guatemala. Esta lectura deja claro que estos gobiernos estuvieron al servicio de las oligarquías nacionales y las transnacionales, dejando como resultado, pocos avances en el cumplimiento de los Acuerdos de Paz.
Por lo que la clase trabajadora salubrista en el Juicio de los pueblos lo declaro “Enemigo de la Paz, del desarrollo, la Democracia y de la clase trabajadora”
Otro ejemplo, es como el gobierno de Alvaro Colom, que el asi mismo se declaro un gobierno de rostro indígena, hoy pretenda arrebatarles un derecho al quitar la frecuencia de televisión asignada a la Academia de las Lenguas Mayas; con esto violenta en esta coyuntura cínicamente el Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, los resultados de estas practicas neoliberales, son salarios de hambre, desempleo, violencia, hambrunas, desnutrición, exclusión, explotación y sobreexplotación, cobros ilegales en la energía eléctrica, telefonía, en el agua, alto costo de la vida, la explotación desmedida y voraz de los recursos naturales y la destrucción del ecosistema y todos esos canceres acompañados del crimen organizado y el narcotráfico, destruyen la Paz Social , que anhelábamos todos los guatemaltecos y guatemaltecas.
Exigimos
1. Al Ministro Ludwin Ovalle, que cumpla los acuerdos firmados en el pacto colectivo y condiciones de trabajo con el Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud de Guatemala SNTSG.
2. Que cesen los despidos masivos e ilegales de los trabajadores y trabajadoras salubristas.
3. A los operadores de justicia a dictar ordenes de captura a partir del 14 de enero en contra de Ludwin Werner Ovalle para aclarar su situación jurídica por los 14 procesos judiciales.
4. Al gobierno electo, desarrollar el cumplimiento de los Acuerdos de Paz en acciones concretas en tiempo, espacio y tomando en cuenta a los sujetos y actores políticos.
5. A resolver el conflicto a favor de las comunidades en resistencia contra Unión Fenosa-Actis.
6. El respeto a las consultas comunitarias de buena fe, realizadas y futuras, suspendiendo y resarciendo los daños ocasionados por la explotación minera y otros recursos naturales en el país.
7. La aprobación de la Ley de Desarrollo Rural Integral 40-84 y la Ley de Viviendas 38-69.
8. El respeto a la libertad sindical y negociación colectiva.
9. A las organizaciones populares a seguir construyendo un movimiento sociopolítico de pensamiento, de unidad y de lucha.
10. A las comunidades en resistencia a seguir defendiendo nuestra vida, nuestra madre tierra y nuestro hogar.
¡LA LUCHA SIGUE!
Querido Luis, Adelante, Fuerza y dignidad es lo que le sobra al pueblo de GUATEMALA,para defender la SALUD PUBLICA, UN DERECHO HUMANO
ResponderEliminarAgripina Hurtado
Cali Colombia