miércoles, 29 de febrero de 2012


Guatemala, 29 de Febrero del 2012

El Consejo Superior Universitario
Clama, con fuerza, por el retorno de la represión

¿Qué oscuros objetivos motivan la ofensiva que desarrollan estos grandes traidores a la patria y a la Autonomía de la Universidad de San Carlos de Guatemala junto a  grandes empresarios?

Hace un par de días, concretamente el 27 de Febrero, los representantes del Consejo Superior Universitario, junto a representantes de la Policía Nacional Civil, Ministerio de Gobernación y del Ministerio público, actuando como un solo cuerpo bien orquestado, ofrecieron una conferencia de prensa dando a conocer la autorización para que pueda ingresar la Policía en Usac.
El Consejo Superior Universitario (CSU) autorizó el ingreso de agentes de la Policía Nacional Civil y fiscales del Ministerio Público en la Universidad de San Carlos (Usac), alegando una emergencia de desorden público y en casos extremos, cuando esté en peligro la vida de integrantes de la comunidad universitaria, informaron.
Sin embargo, la decisión no es bien vista por los Estudiantes Universitarios, ya que “corre peligro la autonomía universitaria”. En primer lugar, esta absurda autorización debe calificarse como una grave agresión a la soberanía nacional y a la Autonomía de la Universitaria.
Además de no ser competencia del Consejo Superior universitario abrir brecha para la privatización de la educación en Guatemala, en absoluto, el hacer planteamientos semejantes conjuntamente con el Gobierno Nacional. Sea quien sea, sean del país que sean, autoridades o no, bajo ninguna circunstancia deben entrometerse en los asuntos de política interna propios de la Universidad de San Carlos de Guatemala y mucho menos sentar las bases para la militarización de la misma.
A usted Señor Rector le recordamos, que en el Campus de la USAC no  están, ni deben estar, los que no están contemplados, ni facultados para pretender convertirse en rectores del rumbo por el que debe transitar el pueblo estudiantil de Guatemala.
Esta inaceptable intromisión de las fuerzas armadas y de inteligencia del país en terrenos que, a todas luces, no les corresponde inmiscuirse, no es cosa nueva. Tiene, en la historia del país, nefastos antecedentes. Recordemos, a modo de ejemplo, la participación abierta y comprobada de la United Fruit Company en la invasión armada que, en 1954, puso fin a los 10 años de la Revolución de Octubre y, con ello, sumergió a Guatemala y a su pueblo en el período más oscuro y doloroso de su historia contemporánea.
En segundo lugar, este acuerdo, además de injerencista, debe calificarse como un inmenso disparate. Porque está demostrado que, tanto las estructuras de la policía como las del ejército, están hoy profundamente penetradas por las poderosas bandas del crimen organizado. En días pasados el propio ex ministro de Gobernación ha denunciado públicamente la existencia de bien armadas bandas de sicarios dentro de las filas de la fuerza pública. Hay dos exjefes nacionales de la PNC presos, por sus vínculos con el narcotráfico y con otros negocios ilícitos. Y es a esas fuerzas venales, corruptas, a quienes el Consejo Superior universitario, busca fortalecer y convertirlas en rectoras no solamente de la vida nacional sino ahora también de la gloriosa Universidad de San Carlos de Guatemala.
A continuación citamos un párrafo publicado en prensa Libre, y en este contexto nos servirá para una mejor comprensión de cuál es la verdadera intención  del Consejo Superior Universitario:
“Este clima de inseguridad que se vive en Guatemala es dramático. Día a día hay asesinatos y delitos y no se pone un hasta aquí; cinco ministros de Gobernación en tres años de gobierno es demasiado. Deben tomar medidas drásticas para terminar con la criminalidad, porque continuaremos perdiendo inversiones”, afirmó Briz. (cita textual tomada del artículo de Prensa Libre).
¿Qué dirían, por ejemplo, don Juan José Arévalo Bermejo, Don Jacobo Arbenz Guzmán, María Chinchilla, Oliverio Castañeda de León, Mario Alioto López  y todos aquellos que han dado su vida por la defensa de la autonomía universitaria y por la dignidad del pueblo de Guatemala?
Primero: Les harían saber que lo hace falta no es la intervención de la Universidad por manos de traidores, que el Consejo Superior y el Rector se pongan bien los pantalones para controlar los disturbios y por supuesto que dejasen de oxigenar al crimen organizado inquistado en el seno de la universidad.
Segundo: Darían a conocer que la realidad que vive la USAC hoy por es solamente el resultado de haber dejado operar a bandas delincuenciales del crimen organizado como supuestas Asociaciones Estudiantiles, con el objetivo de privatizar la misma, ¡Que vergüenza señores!
Y tercero: De seguro que, con todo derecho y razón, los mandarían por un tubo, con tiquete de ida y sin retorno.
“Lo que pedimos es que por cualquier acto de vandalismo sean las autoridades, es decir la policía de la Universidad, la que capture a los responsables y los ponga a disposición de las autoridades, pero afuera de las instalaciones universitarias”.

¡No a la militarización!
¡No al retorno a la represión!
¡La Lucha sigue!

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